martes, 11 de mayo de 2010

El piano.


¿Hace cuánto tiempo la vida te regaló ese maravilloso piano?

¿Hace cuánto tiempo te ilusionaste y decidiste llevarlo a la habitación de tu sueños?

Con ilusión te embarcaste en la hermosa tarea de tratar de cuidarlo. Te vendieron la idea de su belleza, de la calidad de sus maderas, de la embriaguez que su sonido provoca. Te emocionaste con la simple idea de tenerlo siempre, soñando que te acompañaría toda la vida, alegrándote las tardes con tan solo interpretar una melodía.

Como instrumento representante del romanticismo musical, tu piano y tú compartirían todo. Los buenos y los malos momentos. Los dos irían juntos siempre, ya que tú necesitabas alegrar tu vida con su sonido y ese piano necesita a alguien que reproduzca sus mejores notas. Ahora que lo tienes te enfrentas a la complicada tarea de introducirlo en tu hogar, y en tu vida. Para eso necesitas la ayuda de gente experta en la materia, ya que es un trabajo complicado y colosal.

Peldaño por peldaño no puedes, te desesperas y quisieras volar, muestra de tu inmadurez. Entonces, tomas la decisión de que es mejor volarlo por la ventana. Los amarres están listos y todos te ayudan. Todos jalan parejo junto contigo.

Ahí va, poco a poco, van subiendo con sumo cuidado, planta por planta.

Pero tu eres necio y desesperado, por no decir imprudente. Tiras mas fuerte de tu cuerda, quisieras acabarte el mundo en un segundo, todo debido a tu inexperiencia.

Ya cuando están a punto de terminar, das un tirón tan fuerte que lo hace impactarse contra el muro y le despostillaste una esquina. Entonces, todos te dejan solo y sueltan sus cuerdas. Tu te aferras y tu piano te jala hacia el abismo. El peso del piano y la cuerda te están desgarrando las manos. Te esta venciendo el peso, te esta acabando.

Pero tu sigues siendo necio y no lo sueltas, aunque sabes que no puedes hacer nada, insistes en querer subir tu piano. Te aferras a la idea de no desprenderte nunca de el. Pero esta acabando con tus fuerzas y con tu vida. Entiéndelo, estas muy agotado, es demasiado peso para ti. Es una carga insoportable, te esta haciendo daño...


Suéltalo...


Déjalo ir...


No puedes solucionar nada...


Suéltalo...


Libérate!!!


Ya!!!


Ya.

Ivo Sainz Escoto

Algo sobrenatural

Se podrán dar muchas  interpretaciones filosóficas, o diversas miradas estéticas  a lo que fue y es la ola del Rock que invadió la escena...