Y nunca se volvieron a ver...

Los neoliberales se contradicen. Quieren apertura de fronteras para el libre comercio, para el flujo de capitales y la apertura de mercados. Pero cuando se toca el tema de la migración, entonces cambian de opinión. Su postura es diferente, se pronuncian por el cierre de sus fronteras, militarizan y levantan muros. Los neoliberales no se dan cuenta de que en el pecado llevan la penitencia. Debido a las imposiciones que lanzan desde el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional a los países subdesarrollados, han generado desempleo, violencia, inseguridad, pobreza y orillan a los habitantes de estos países a buscar otros horizontes para lograr nuevas opciones de subsistencia. Miles de personas abandonan sus países, dejándolo todo atrás: hijos, familia, casa, sueños. Lo hacen con el único objetivo de salir de la pobreza que los asfixia, aunque esto no sea la mejor opción. Por ejemplo; los centroamericanos que cruzan nuestro país, se enfrentan a enormes obstáculos: ladrones, policías que los extorsionan, maras salvatruchas, pero sobre todo; violadores de mujeres. Que contrastante, los mexicanos les exigimos a los norteamericanos buen trato con nuestros connacionales, pero nosotros hacemos lo contrario con nuestros hermanos centroamericanos.

La red ferroviaria de nuestro país, es el transporte por excelencia para los migrantes, pero en esa ruta, se ven acechados por gente que quiere sacar provecho de la situación desesperante por la que pasan, los roban, violan o matan. Muchos han perdido una extremidad al tratar de subirse al tren en movimiento, otros han muerto en el intento. Aparte de ser una red ferroviaria, es una red de abuso y corrupción, al amparo de las autoridades, que hacen de la vista gorda ante tantas vejaciones, que evitan hacer su trabajo, con el pretexto de que si los migrantes hacen cualquier tipo de denuncia, serán deportados.

Cuando todo parece desolador para los migrantes, surge un grupo de gente bondadosa que les regala comida y un poco de agua a su paso, pero las autoridades ven mal este gesto y han encarcelado a algunas personas que llevan a cabo estas practicas. El regalar comida se vuelve un delito en estos tiempos y la etiqueta de "indocumentado" nos indica que absurdamente en la actualidad necesitas un documento para ser considerado un ser humano.

A continuación, como muestra les dejo el trailer del documental "DE NADIE", ojala puedan verlo completo, es un documental desgarrador , es un retrato de la situación de los migrantes a su paso por nuestro país y de las injusticias que suelen vivir. Es un grito desesperado hacia la clase gobernante para que reconsideren su manera de hacer política, ya que la opción neoliberal sólo ha agrandado enormemente las desigualdades, ha abierto más la brecha entre ricos y pobres, y ha orillado a la gente a abandonar sus lugares de origen. Este documental nos hace reflexionar y nos orilla a preguntarnos, ¿Cuánta gente, amigos, hermanos, familiares, un día se despidieron y nunca, nunca se volvieron a ver...?