Quiero romper los prejuicios y alejarme de ti
Ya no quiero ver más piedras en mi cama,
Ya no quiero ver más piedras en mi cama.
Saúl Hernandez
En septiembre llegaste con toda tu furia, arrasando con todo lo que había a tu paso. Diversos motivos habrás tenido para sacar a relucir tus propias frustraciones, tus deseos incumplidos, tus miedos. En tu furia reflejas tu dolor, tu resentimiento hacia la vida.
Si la baja presión afecto tu orgullo, haciéndote producir fuertes vientos cargados de dolor y de abundante lluvia:
¿Por qué no cambiaste tu curso hacia otros horizontes?
¿Qué culpa tenemos de tus propios errores?
¿Por qué te desquitas con la nosotros?
¿Quién eres tú para enjuiciar a la naturaleza, cuestionarla y desafiarla?
¿Cómo te atreves a hablar de amor cuando generas tanto dolor?
Entre esta maraña de interrogantes surgen varias ideas:
No tienes el valor de enfrentar lo dura que ha sido la vida contigo y habiendo tantos puntos cardinales decidiste arribar en este puerto. Solo dolor y desolación dejaste a tu paso.
Entre el simbolismo del chartreuse y del púrpura, materializas la endogamia de los elementos. Entre el sol y la luna de tu cosmovisión yo soy tierra. Tierra que arrasaste, tierra que inundaste, tierra racional y científica alejada del esoterismo y la santería.
Con tu paso clarifico las omisiones de mi vida. Con tu paso caigo en cuenta de los errores del pasado.
Me encuentro dentro del ojo. A pesar de una aparente calma, ahora mis ojos son imparables grifos abiertos. Llevaste a cabo el deshielo que clarifica mi cima. Lograste despertar este estado somnoliento.
Y sabes?
A pesar de tus intenciones y de haber arruinado mi casa, no destruyes nada porque nunca he construido nada. No te llevas nada, porque nunca he tenido nada. Solo pasas y te disipas en la nada, porque eso eres:
Nada...
Ivo Sainz Escoto
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